Noche soñada para Boca y Benedetto

Boca jugaba con Palmeiras, hasta ahora un equipo que venía invicto y jugando muchísimo mejor que los tres otros equipos de la copa libertadores. Pero en un partido cerrado y que se iba para el 0 a 0, apareció Darío Benedetto, en un abrir y cerrar de ojos, marco no uno, sino dos goles, el partido terminó 2 a 0.

En medio de muchas conjeturas, Guillermo paro a Rossi en el arco; Buffarini, Izquierdoz, Magallán y Olaza; en el medio Nández, Barrios, Pérez; y adelante Pavón, Wanchope Abila y Zárate.

El primer tiempo del equipo xeneize no fue para nada bueno, en medio de errores, errático con un medio desaparecido, en el que no encontraba conexiones para que la pelota llegue a los delanteros de forma limpia. Ávila tuvo que luchar todo el primer tiempo contra Luan y Gómez.

En el segundo tiempo, Palmeiras erróneamente se metio atras y eso Boca lo aprovechó, con poco fútbol pero mucha fuerza, lo arrinconó contra el arco, la entrada de Villa, sin muchas apariciones, salvo en el centro maravilloso a Benedetto en el primer gol, le dio un peligro latente que le faltaba por la derecha.

Cuando parecía que el partido se cerraba en un empate, justo, apareció el nueve que extrañaba el equipo de la Ribera, gran acierto en el cambio de Guillermo, con un cabezazo cruzado después de un tiro de esquina y con lágrimas en los ojos en el rostro festejo frente a la 12.

Poco después, llegó un gol de otro partido, con una jugada de papi fútbol, dejando al defensor mirando al cielo, pisada y latigazo abajo, ponía el 2 a 0 y la Boca era todo fiesta.

Además de los dos goles, que un poco opaco al resto, cabe destacar el nivel de Izquierdoz y Olaza. Y el gran segundo tiempo de Pablo Pérez.

Ahora, en una semana, a definir la serie a Brasil, gran resultado, pero quedan 90 minutos.