Teoría Queer: ¿Es posible un mundo sin etiquetas?

¿Que es la teoría Queer?¿Qué es esta palabra que no tiene traducción al castellano?

La verdad es que podríamos estar horas para explicar los significados y críticas a esta teoría, pero voy a intentar ser breve y clara: en primer lugar debemos decir que es una respuesta.

Hace muchos años era utilizada para ofender a lesbianas, gays, travestis y transexuales, es decir a todos aquellos que no cumplían con las normas cisgénero (término que se utiliza para describir a personas cuya identidad de género y género asignado al nacer coinciden), así que empezaron a reunirse para reflexionar sobre la lucha, la identidad y la diversidad y ahí es donde surge el movimiento Queer.

En su sentido original esta palabra significa raro, se usaba como insulto para todos los que no pertenecían precisamente a la clase dominante, pero fue re-apropiado por aquellos que recibían el insulto.

Uno de los valores más importantes del movimiento es que no son algo estático, algo siempre fijo, sino que están en permanente evolución. La identidad de cada uno no es una esencia sino más bien un continuo.

Quizá si nunca tuviste la necesidad de cuestionarte quien sos, estas ideas te parezcan un poco absurdas. Lo que si es seguro es que cada vez somos más los hombres y mujeres que nos cuestionamos estas cosas porque los conceptos de hombre o mujer son una construcción social, al fin y al cabo.

Todo es muchísimo más complicado de lo que nos dicen, básicamente tenemos como estructura “natural” que un ser humano nace y en función de sus cromosomas y sobre todo de sus genitales se le atribuye un sexo, el que más tarde será encasillado en mujer u hombre y recibirá “un pack” , que lo acompañara por el resto de su vida. Este “pack” contiene de todo, desde que ropa usar hasta que valores debemos tener, por su puesto difieren en cada grupo (femenino- masculino).

Estas dos casillas no están flotando en el aire, están claramente una al extremo opuesto de la otra, o sos hombre o sos mujer. Ya la sociedad se encargará de repetir hasta el cansancio que son opuestos. Además, ambos están obligados a sentirse atraídos por quien tiene en el otro extremo, a tener hijos con el otro para así perpetuar la especie.

El heteropatriarcado es super simple, pero ¿qué pasa? resulta que las cosas no son tan así. Este planteo se cumplirá en algunas personas, las que como te conté más arriba nos denominamos cisgénero, pero en otras sencillamente no.

Estas otras personas, aunque existan desde que el mundo es mundo, la historia se encargó de taparlas y contarnos que las cosas fueron así desde siempre y debe ser así, porque desde siempre fue así. Por suerte, en la actualidad, los movimientos feministas intentan normalizar la situación tanto en los valores y los roles como también en la identidad sexual: Las mujeres somos fuertes, los hombres lloran, les puede gustar la moda y cuidan de sus hijos, pueden gesticular de forma femenina, sin ser homosexuales.

Ahora sabemos que la mujer no es menos que el hombre, pero si que los encasillamos y esta construcción puede ser muy dolorosa para aquellos que no encajan en ninguno de los dos sitios.

Ser queer es estar abierto a la diversidad, a no esperar conductas normativas, a no definir el género de una persona solo por sus genitales, a cuestionar las jerarquías, a visibilizar otras realidades.