ESI con ideología de género
- Manuela Riera
- 2 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Qué hay detrás de "con mis hijos no te metas"

Hace unos meses, el debate por la legalización del aborto se instaló en la agenda argentina. La sociedad se dividió entre quienes defendían el proyecto, los “verdes” y, quieres no, concordaban con esta postura, los “celestes”.
Uno de los pocos argumentos en que ambos sectores coincidían es la idea de que se debe educar sexualmente a la población para evitar llegar a la instancia de un aborto. Paradójicamente, después de que la Cámara de Senadores de la Nación rechazara la ley de IVE, este argumento se esfumó de los grupos providas. Inmediatamente surgió un nuevo lema para rechazar el dictado de clases de Educación Sexual Integral: “Con mis hijos no te metas”.
A pesar de que la ESI es ley, esta consigna surge porque se cree que se impone una ideología de género homosexual en las aulas. “La ideología de género no es tolerancia, no es el respeto por las diferencias, no es el mundo que les toca vivir a nuestros hijos. Se les va a enseñar a los chicos que ellos no son ni varones ni mujeres, que tienen que buscar qué es lo que son realmente y experimentar qué quieren ser. Se los sexualiza, se les dice que tienen derecho a tener sensaciones erógenas desde la más tierna infancia entonces se les enseñan técnicas de masturbación, hay talleres para dudar de la propia sexualidad. Todo esto puede decirse sin que los padres puedan intervenir, no es una exageración, por eso debemos pedir que no se metan con nuestros hijos, está en juego su futuro y el derecho de nosotros como padres a enseñarles según nuestros valores, quieren imponer una ideología que no es científica”, detalla en una audio que se volvió viral una de las referentes del movimiento.
Estos supuestos son sin dudas ridículos ¿Creerá la gente realmente que se quiere imponer la homosexualidad o necesitan creerlo?
La necesidad de creer y reproducir estos supuestos surge para encubrir un discurso homofóbico y transfóbico. La sexualidad y el género no se imponen, no sería posible que las personas tengan una orientación sexual determinada por obligación. En ese sentido, no podríamos estar hablando hoy en día de homosexualidad, porque hay una única ideología de género que se ha impuesto a lo largo de la historia como la única posible: la heterosexualidad.
Definitivamente quienes adhieren a esta postura necesitan esconder el rechazo que sienten por la comunidad LGBTIQ, y escudan su odio bajo argumentos falsos.
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